CUIDADO CON LUZ Y CALOR
Así como los rayos nocivos del sol pueden dañar nuestra piel, la luz y el calor pueden afectar la durabilidad y el color de una piedra preciosa de color. Las perlas y otros materiales delicados, como el marfil, se blanquearán bajo una exposición extrema a la luz. Otras gemas, especialmente el ámbar, pueden oscurecerse con el tiempo cuando se exponen a demasiada luz.
El calor excesivo y los cambios bruscos de temperatura también pueden fracturar algunas gemas. El calor puede quitar fácilmente la humedad natural que estas gemas necesitan para mantener su beleza, como es el caso de las esmeraldas. Las perlas, por ejemplo, pueden secarse, agrietarse y descolorarse. Los ópalos pueden volverse blancos o marrones, desarrollar pequeñas grietas y perder su juego de colores.
Gemas Tratadas CUIDADO ESPECIAL
Muchas piedras preciosas coloreadas se tratan rutinariamente para mejorar la apariencia del color y de la claridad. Estos tratamientos pueden verse afectados negativamente por el calor, disolventes, vapor y limpiadores ultrasónicos. Saber si su gema ha sido tratada es el primer paso para saber cómo cuidarlo. Aquí es donde entra un informe de GIA – contiene información importante sobre su gema y cualquier tratamiento detectable que puede haber sufrido
LOS MEJORES MÉTODOS DE LIMPIEZA SON TAMBIÉN LOS MÁS FÁCILES
La mayoría de las gemas de color se pueden limpiar con agua tibia, jabón de cocina suave (sin detergentes) y un cepillo de dientes suave. Asegúrese de enjuagar sempre sus joyas en un vaso o recipiente de agua para eliminar las soluciones de limpieza ya que se arriesga a perder piedras sueltas o incluso una pieza entera de joyería si se enjuaga directamente en el fregadero.
MANTENGA SU JOYAS ALEJADA DE PRODUCTOS QUÍMICOS
La exposición a productos químicos puede dañar o decolorar metales preciosos – oro, plata y platino – y puede dañar algunas gemas de colores. Incluso las sustancias cotidianas como la laca, la loción, el perfume u otros cosméticos pueden contener productos químicos que dañarán permanentemente la superficie de sus perlas y de otras gemas delicadas o porosas (como la turquesa). La joyería fina se debe quitar antes de zambullirse en una piscina clorada o antes de usar productos de limpieza caseros. Muchos de estos limpiadores contienen amoníaco, que puede ser demasiado duro para gemas delicadas.
UTILICE LOS LIMPIADORES ULTRASÓNICOS CON PRECAUCIÓN
Aunque que usted puede comprar un limpiador ultrasónico profesional por menos de 150€ , debe ser consciente que no todas las gemas y la joyas se pueden limpiar con seguridad en él.
Los limpiadores ultrasónicos no deben usarse para limpiar:
- Piedras preciosas con roturas de superficie que se han rellenado con una sustancia tal como aceite, resina o un material similar al vidrio.
- Materiales de gemas orgánicas como coral, marfil o ámbar
- Las Esmeraldas
- Gemas que han sido recubiertas con una sustancia no permanente como el plástico o la cera
- Algunas piedras preciosas tratadas térmicamente
- Las gemas que son susceptibles al calor y a los cambios de temperatura son por ejemplo: las tanzanita, el feldespato (piedra de sol y piedra de luna), fluorita, iolita, kunzita, lapislázuli, malaquita, opal, topacio, turquesa, zircón …
Este tipo de limpieza es mejor dejar a los profesionales de la joyería que saben acerca de diferentes materiales de gema y entender cuándo y cómo usar el limpiador ultrasónico con seguridad.
ALMACENE ADECUADAMENTE SUS JOYAS
El almacenaje apropiado de la joyería es a menudo pasada por alto. Las Joyas nunca se deben guardar en un cajón sueltas mezcladas com otras joyas u objetos, ya que estas serian propensas a arañarse o incluso a partirse.
Lo mejor es guardarlas en su caja de origen, o en estuches apropriados para joyas. La plata esterlina, por ejemplo, debe mantenerse en una bolsa o tela bien cerrada para evitar que se oxide el metal.
Las Joyas que use a menudo deben ser revisado cada seis meses y limpiadas con frecuencia. Busque un joyero con formación profesional y una buena reputación.
